Friday, June 27, 2008

Debate Gargarella - Mariano (Artpolitica)





Una discusion entre nuestro viejo conocido Gargarella y Mariano responsable de Artpolitica. Ver aqui

El pobre Mariano trata de defender lo indefendible (el devaluado Consejo de la Magistratura) arrancarle alguna definicion al Profesor... y ahi Gargarella lanza el zarpazo y deja a Mariano balbuceando:

Concluye Mariano:

"Puede no gustarme algún dicho de D´Elia, pero no puedo negar que es parte de lo que contribuí a conformar, y me tengo que hacer cargo de él y sus dichos, porque es una parte de mí también. Aunque no me guste."

Los argentinos tenemos que hacernos cargo de D'Elia? Sorprendentemente Mariano y Gargarella (quien a veces discute por deporte...) estarian de acuerdo en esto. Gargarella, por ejemplo, afirmaba que el criminal es un producto de la sociedad cuando se ponia de lado de los jueces garantistas.

Mi opinion es que esta cosa llamada D'Elia no es parte de nada, menos aun argentino.

La unica descripcion que podriamos hacer de esta cosa es:

1) Un personaje rentado por Kirchner para hacer el "dirty work" que nadie quiere hacer(en un tiempo escribia cartas de felicitaciones a Domingo Cavallo)
2) Integraria lo que Marx, Trotsky y Evola llamaron lumpenpropletariado.

No se si este Mariano sera empleado estatal o sera trabajador independiente. Los empleados del gobierno se entiende que escriban apologias (el domingo pasado Verbistky - que es asesor presidencial - saco una apologia del kirchnerato para dar un ejemplo) Como dijo Martin Caparros, que es izquierdista y se mantiene en su ortodoxia "hay muchos que necesitan arrimarse al fuego". Jose Pablo Feinmann, quien es genial cuando describe a Heidegger (he leido dos veces su libro "La sombra de Heidegger")no le sienta el "traje" de analista politico y apologista. Ese trabajo corresponde a otros mejor equipados. Feinmann siempre repite que ha rechazado la oferta (que acepto Verbistky de apologista oficial) pero de tanto en tanto ensaya timidas defensas de lo indefendible.

No comments:

Julius Evola, EL MAESTRO